ERASE UNA VEZ...

ERASE UNA VEZ...

La historia de la formación docente es tan antigua como variada, en primer lugar, hasta llegar a la época griega las personas encargadas de enseñar eran personas que se encontraban ocupando puestos eclesiásticos, lo que es totalmente lógico, estos eran una de las clases más poderosas en la antigüedad. Durante la época griega, las cosas empezaban a cambiar, y los encargados de educar y enseñar, recibieron el nombre de “sofistas” el significado de esta palabra corresponde con el de hombre sabio. Ellos enseñaban diversas materias utilizando la retórica y oratoria pero en su mayoría, si no lo era la totalidad, pretendían persuadir al pueblo para conseguir sus propios intereses. Un hecho destacable durante esta etapa es la aparición de las primeras escuelas de enseñanza, por ejemplo, el estoicismo.
 
Durante la edad media, la iglesia volvió a tomar papel clave y en exclusiva de la educación  pero existían movimientos contrarios como durante el siglo XVI en la que aparece la figura de Lutero, a favor de la reforma y constituyendo escuelas de carácter público.



Posteriormente aparecieron las escuelas normales, en las cuales el papel fundamental era el de la FORMACIÓN DEL PROFESORADO, aspecto que todavía no se había ejecutado hasta  el siglo XIX.  Durante esta nueva etapa, el profesorado debía ser previamente examinado y titulado.  El primer director de la Escuela Normal Central o también llamada Seminario de Maestros fue Pablo Montesino(a quien observamos en la imagen). 

 

Ya durante el siglo XX, una fecha un poco más cercana hacia nosotros, más específicamente, en 1914 se estableció el título de maestro con cuatro cursos como duración para poder conseguir dicha titulación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario